Cuando visitamos un amigo, familiar o incluso en los restaurantes, podemos observar que casi todos usan la misma forma tradicional para cocinar: la cocina a gas. Rara vez, nos topamos con una placa eléctrica o con una cocina de inducción, pero esto no es una cuestión simplemente debida a la tradición. Entonces, ¿por qué es esto y cuáles son las ventajas o desventajas que tienen?
Funcionamiento y uso de una cocina a gas
En general, todas las cocina y hornos a gas funcionan de la misma manera: una llama abierta es generada por la combustión del gas que sale a través de un quemador.
Conexión
El calor requerido para cocinar de este modo, es generado por el fuego, pero para que eso suceda, es necesario que existan las conexiones adecuadas, entre la cocina y la fuente de alimentación.
Hay dos variantes en el funcionamiento de las cocinas a gas: las que se alimentan mediante una línea de gas interna y las que están conectadas a una botella o bombona de metal. Pero en cualquiera de los dos casos, hay una manguera y un enchufe o válvula de presión que regula el paso del gas.
Encendido
El gas alimenta a cada uno de los discos u hornillas, pero solo empieza a fluir cuando se abre el interruptor o perilla que actúa como llave. Lo cual puede ser audible claramente en algunos casos.
Cuando el paso del gas está abierto, el encendido de la flama se puede hacer de diferentes maneras:
- Manualmente con un encendedor o un cerilla.
- A través de un encendido piezoeléctrico.
- O con un encendedor eléctrico incluido en el sistema de la cocina.
Regulación de la temperatura
Cuando la llama está encendida es muy fácil controlar la cantidad de calor que proporciona a los alimentos, mediante las perillas.
Normalmente las cocinas tienen marcada una escala de medición en el interruptor de cada fogón que ayuda a mantener la temperatura adecuada, tan solo girándolo.
Algo a tener en cuenta, es que la cocción es realizada mediante una llama abierta, por lo tanto, no se debe dejar materiales que sean inflamables a una proximidad muy cercana, ejemplo: paños de tela, utensilios de plástico, servilletas, entre otros.
Tipos de cocinas a gas
Encimeras
También conocidas como placas de gas, estas son una alternativa moderna para las cocinas con poco espacio. Su principal ventaja es su independencia y ergonomía, pues carecen del horno, por lo que suelen ser de menor tamaño. Tienes mas información aquí sobre encimeras de gas
Con horno
Son un elemento doméstico más completo y ofrecen mejores funcionalidades. No obstante, las cocinas a gas con horno tienen algunas desventajas. Esto es principalmente su tamaño: se necesita un espacio adecuado para poder empotrarla en la habitación.
Además no hay que confundirse y creer que los hornos a gas son iguales de eficientes que las hornillas superiores; pues algunos hornos de este tipo mantienen el calor principalmente en la parte inferior, haciendo que los alimentos se quemen por la parte de abajo y no se cocinen uniformemente en la superficie. Por lo que es importante tenerlo en cuenta para su compra y adquirir uno que cocine tan bien por encima, como por debajo.
Mixtas
Para mayor autosuficiencia, algunos modelos incorporan fogones extras eléctricos para que cuando el gas se termine, sea posible usar la electricidad como fuente de energía.
Con vitrocerámica
Son una opción más moderna y más atractiva visualmente que tiene algunas ventajas adicionales. Por ejemplo, estas tienen una superficie lisa de vitrocerámica sobre los soportes de hierro para que el proceso de limpieza sea algo más fácil.
Requerimientos mínimos de las cocinas a gas
Muchas personas no lo saben, pero para que las cocinas y hornos a gas puedan operar con eficiencia y seguridad, se necesitan cumplir con ciertos requerimientos:
- Las cocinas de gas que tienen 4 hornillas, necesitan una habitación de por lo menos 15 metros cúbicos
- Se debe instalar una campana extractora de aire para que pueda sacar todo el vapor que se origina por la cocción de los alimentos y por la combustión del gas.
- No se deben poner a funcionar en habitaciones muy hacinadas, cerradas o en el sótano.
- La circulación del aire debe estar garantizada por una apertura de ventilación, puerta o una ventana.
Ventajas de las cocinas a gas
Lo principal es su rapidez, ya que el calor se genera casi de inmediato. Además, debido a que el calor desaparece también inmediatamente cuando se apaga la llama son bastante seguras.
Las cocinas a gas son más ecológicas y económicas que otras. Lo primero es porque el gas natural o el propano que se usan para generar el calor no emiten cantidades significativas de residuos contaminantes. Lo segundo es porque dicho gas tiene un costo muy bajo en el mercado y no es necesario recargar la bombona continuamente, porque la eficiencia es muy alta (lo cual reduce el consumo de la cocina).
Por último, cabe destacar que estas cocinas permiten usar todo tipo de utensilios sin riesgos a que se dañen o derritan.